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Clase: Ascomicetos |
Orden: Tuberales |
Familia : Eutuberáceas
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Hongo subterráneo (hipogeo)
con forma de tubérculo globoso de superficie negra
y verrugosa, más o menos irregular. En suelos sueltos
parece una patata redondeada y ovalada, aunque en ambientes
muy pedregosos puede adquirir a veces formas caprichosas,
alargadas o aplastadas.
Mide de 3 a 7 cm -a veces se recogen de 10- y un peso
entre 20 y 200 gramos, aunque excepcionalmente pueden
superar incluso los 600 g. Las verrugas de su superficie
son poligonales y miden de 3 a 5 mm. Las esporas aparecen
en curiosas ascas o sacos, son negras y de superficie
espinosa muy característica al microscopio. La
carne es perfumada, grisácea, más tarde
negra, surcada de venas blancas y muy ramificadas. Su
micelio produce unas exudaciones de sustancias alelopáticas
que inhiben el crecimiento de herbáceas creando
los famosos calveros o quemados alrededor del árbol
huésped. |
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Se encuentran formando micorrizas
con las raíces de carrascas (Quercus rotundifolia),
robles carrasqueños (Quercus faginea),
robles pubescentes (Quercus humilis = Q. pubescens),
coscojas (Quercus coccifera), avellanos (Corylus
avellana) y tilos (Tilia platyphyllos), sobre
terrenos calizos frescos, aireados, no demasiado pedregosos
y bien iluminados. Con precipitaciones comprendidas
entre los 500 y 900 mm, altitudes entre 600 y 1300 m.
y preferentemente orientaciones sur.
Para que la trufa se desarrolle
adecuadamente es imprescindible que llueva en el verano,
en años con escasas precipitaciones veraniegas
crecen en las zonas donde se mantiene la humedad; debajo
de los ginebros (Juniperus communis), ilagas
(Genista scorpius), bojes (Buxus sempervirens)
y en las laderas con gran cantidad de piedras. En las
plantaciones, la tendencia va hacia la instalación
de sistemas de riego que permitan regular la cantidad
de agua recibida por las plantas, sin tener que depender
de la climatología.
Las sustancias alelopáticas
del micelio de la trufa no son capaces de eliminar la
gayuba (Arctostaphylos uva-ursi) ni el pampajarito
(Sedum sediforme). Donde la gayuba tapiza completamente
dejan de salir trufas.
Las zonas que han sido pobladas
por viñas y olivos presentan características
óptimas para realizar plantaciones truferas.
Antiguos viñedos en Navarra, poblados actualmente
por encinas son muy buenos productores de trufa.
Entre las cepas podridas de las
viñas y las raíces de las encinas se dan
trufas muy grandes. En la Valdorba se tiene constancia
de que en los años 60 se recogían trufas
en las faldas de Alaiz, en las laderas de San Bernabé
y de la Peña. El posterior abandono de esta actividad
y los cambios sufridos en el medio rural, con el casi
total abandono del pastoreo y la agricultura tradicional,
así como de otros usos, como la saca de leñas,
han conducido a unos montes muy cerrados, poco aptos
para el desarrollo de la trufa, por lo que las truferas
naturales se han ido perdiendo, y hoy apenas si pueden
recogerse trufas en algún pie de carrasca, en
este misma zona. Por ello, la producción de trufa
va ligada a la puesta en campo de árboles micorrizados.
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Se recogen desde primeros
de diciembre hasta marzo y el mejor mes es enero. |
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Aparecen en toda la zona media,
desde el Valle de Aguilar por todos los valles situados
en las estribaciones de la sierra de Lóquiz,
sierra de Alaiz e Izco hasta la parte más oriental
en la sierra de Ayllón.
En la Valdorba las primeras plantaciones
truferas se hicieron en el año 91, en una pequeña
finca, y a partir del año siguiente se fueron
instalando sucesivas parcelas hasta completar un total
de 18, lo que supone 9 ha. Las plantaciones iniciales
se realizaban con encinas y avellanos, especie esta
última que parecía tenía una edad
más temprana de producción, y que hoy
casi está desechada, al no ofrecer especiales
ventajas, poniéndose en campo en las últimas
plantaciones ya sólo encinas, especie mejor adaptada
a las condiciones de la zona. Fue en la temporada 1999-00
cuando se recogieron las primeras trufas, lo que supuso
un gran aliciente para los agricultores implicados,
que vieron así recompensada su clara apuesta
de futuro. La recolección ha continuado en las
campañas posteriores, contando con la colaboración
indispensable de varios perros especialmente entrenados
para esta búsqueda. |
Mapa
de distribución en la Valdorba |
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Estos hongos son imposibles
de recoger si no es mediante un perro adiestrado que,
merced a su olfato, nos indique el lugar exacto en donde
crecen. Anteriormente se utilizaron cerdos que, provistos
de un instinto especial, las localizan fácilmente
pero que por su dificultad de transporte y manejo se
desaconsejan. Algunos recolectores más expertos
las pueden localizar gracias a la mosca de la trufa
(Suilla gigantea), que durante los días
soleados de invierno se encuentran situadas sobre el
suelo marcando exactamente el punto donde se encuentran
las trufas.
La trufa mayor recolectada en
Valdorba, pesó 750 gramos, del tamaño
de una pelota de balonmano. |
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Ingredientes:
2 trufas frescas pequeñas (unos 10 gr. aprox.)
1/2 litro de aceite de oliva de 0,4 grados |
Elaboración:
- Lavar bien las trufas, frotándolas con un cepillo
de dientes, para eliminar cualquier resto de tierra.
- Filetearlas, lo más finamente posible.
- Poner las trufas en un frasco de cristal bien limpio,
y llenarlo con el aceite, dejando un espacio del bote
sin llenar (1 dedo aprox.).
- Cerrar bien el bote y ponerlo al baño María,
a hervir muy lentamente, por espacio de 1 hora.
- Pasado este tiempo, sacar el bote y dejarlo enfriar.
- Utilizar el aceite para aderezar ensaladas, vinagreta
y similares.
Nota: Se puede dejar la trufa
dentro y sacarla si el sabor se va poniendo demasiado
fuerte. En este caso, es posible rebajarlo añadiendo
aceite fresco. |
Ingredientes:
2 trufas frescas (unos 10 gr. aprox.)
2 chalotas
3 cucharadas de aceite
1 cucharada de harina
1 vaso de coñac
1/2 vaso de oporto
2 vasos de caldo de carne |
Elaboración:
- Picar finamente las chalotas y ponerlas a rehogar en
el aceite, durante unos 5 minutos.
- Pasado este tiempo, añadir la harina y remover.
- Añadir el coñac y el oporto, y hacer arder
removiendo
- Cuando se apague la llama, incorporar el caldo de carne
y las trufas cortadas en láminas lo más
finas posible.
- Poner a punto de sal y utilizar para acompañar
carnes a la parrilla, fritos, etc. |
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